lunes, 15 de junio de 2015

¡Carpe Diem!

El conocimiento, saber, es intrigante pero vivir, vivir es más importante.
Que no nos perdamos, que la carrera de ésta vida no nos deje sin aliento para detenernos, no hay ningún secreto que descubrir, ninguna receta divina que encontrar o publicar. No hay nada nuevo.

"Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡No hay nada nuevo bajo el sol! Si hay algo de lo que dicen: "Mira, esto sí que es algo nuevo", en realidad, eso mismo ya existió muchísimo antes que nosotros.", dijo Salomón y yo nunca le contradeciría.

Escribo ésto como un recordatorio a mí misma más que como una composición ordenada para cualquiera.

No hay afán que valga la pena, ni aun uno. No sufras el empeño. Mejor dediquémonos a nuestro esfuerzo, segundo a segundo, un instante a la vez. A edificarnos a nosotros mismos, a cualquiera que haya sido el propósito que nos tracemos.

¿No son una explosión, como un soplo; un sólo instante? ¿No se muere y se nace con las mismas partes, no nos envenena y nos purifica el mismo tiempo sin permiso?

No compitas con nadie: desgasta, porque nadie puede vencerte excepto tú y el reloj corre y se regala a todos y nunca te pregunta ni a ti ni ese otro.

Libérate de los malos pensamientos, esa es la única y mas verdadera forma del diablo que conozco.

Y el éxito siempre será un frasco de perfume mientras hayas apartado el ego de ti, sin olvidar que hay que lidiar con el cada día hasta que quede enterrado para siempre.
Sino, secará tus raíces y lo que hayas sembrado en años se podrá esfumar en un parpadear de ojos.

Finalmente, cuidado con aferrarte a nada. Detente. Para soldar hay que amarrar. Un barco anclado no podrá llegar a ninguna parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario